sábado, 21 de agosto de 2010

Pedro Moreno Rompe El Sitio

     Han pasado cuatro días después de la batalla del día 15, cada vez son menos los que quedan en el fuerte, y el fuerte se vuelve cada vez más inseguro, pues el constante cañoneo a abierto en los muros grandes brechas que ya es imposible componer,  y los fosos se están cubriendo del escombro de estos. Adentro el hambre y la sed hace mil estragos, ya los más débiles pierden el sentido, los niños no dejan de llorar. Se reparte una ración de mezcal que por lo irritante en un estómago solo, quema hasta desatar otros males.
     Las municiones están casi por terminarse, bala de cañón que "envían" los realistas, bala de cañón que se recoge y se les "devuelve".
     Anda la mayoría de un lado a otro sin encontrar lugar, con las narices tapadas, pues el hedor de cuatrocientos cadáveres insepultos entre los dos ejercitos se ha vuelto insoportable, gran festín para los zopilotes se puede ver en tan escabrosa escena.

      Don Pedro Moreno, sabe que mantenerse en el fuerte es inútil y dispone todo para que esa misma noche se rompa el sitio. Días antes un indio se ofreció a  bajar gente a 25 pesos por cabeza, con ello se buscó bajar la mayor cantidad de niños y mujeres así como la familia de don Pedro y Don Agustín Rivera lo cuenta así:

     "...En la Barranca del Rincón había un lugar que permitía un descenso en línea recta. A la media noche se ponía una persona en pie sobre una peña, atada de la cintura con la extremidad de una soga, y era descolgada por medio de varias sogas y recibida abajo por un indio. Este se había subido antes, como gato por las peñas, y había recibido la suma correspondiente a las personas que iba a extraer. a razón de 25 pesos cada una. Cuando ya habían sido descolgadas dichas personas, el indio se ataba a la cintura un cordel, los fugitivos se asían de éste para no extraviarse, y comenzaban a andar con el menor ruido que podían por las veredas, conocidas bien por el conductor. Cuando el indio sentía algún ruido cerca de él, o por su caliente imaginación creía sentirlo, se echaba en la tierra, y todos se echaban también, hasta que no se oía nada. así caminaban hasta que estaban muy lejos del anillo sitiador, en donde se despedía el indio, y cada uno se iba por donde le parecía. De esta manera salieron juntos del Fuerte don Rafael Castro, doña Isabel, doña Ignacia (en estado interesante) y doña Nicanora, con el corazón transido, porque acababa de sepultar el cadáver del que creía su esposo. Después de que se despidió el indio, anduvieron algunas leguas a pie, hasta llegar al Chamuscado, ranchejo compuesto de dos o tres jacales, situado en una hondonada perteneciente a Ibarra. En otra de esas noches, fueron extraídos de la manera referida don Pascual Moreno, don Manuel Orozco, vecino de San Miguel de Allende, y don Mariano Zermeño, vecino de la hacienda de Potrerillos, perteneciente a Lagos. Don Pascual se fue al Chamuscado. Doña Rita no se animó a ser descolgada con sus pequeños hijos, por temor a que llorasen y descompusieran todo. Se resolvió, pues, a quedarse en el Fuerte, y a esperar la muerte juntamente con sus hijos..."
 
 Doña Rita Pérez de Moreno

     A las once de la noche de ese 19 de Agosto se dió la orden de marcha, sería la última vez que Don Pedro y doña Rita se veían. Se enterró el dinero que quedaba, se inutilizaron los cañones, armas y municiones.  Los enfermos y heridos serían abandonados a su suerte, desesperados pedían a sus compañeros que les arrancaran la vida y algunos se tapaban los ojos para no verlos partir.
     Comenzaron a bajar por la Barranca de Barbosa protegidos únicamente por la oscuridad y la lluvia. Pero algún o algunos niños comenzaron a llorar y gritar, los centinelas dieron el "¿Quien vive?" y al no obtener respuesta lanzaron los cohetes de luz para darse cuenta de lo que pasaba, y comenzó la matanza. Los cohetes de luz eran la señal mortal para dar aviso a los demás regimientos sitiadores, que sin perder tiempo, acudieron al llamado entre gritos de triunfo y el estruendo de sus armas. Por un momento todo fue confusión entre los insurgentes, algunos intentaron pasar al otro lado de la barranca, otros corrieron hacia el norte y sur de la misma, algunos se regresaron al Fuerte, entre ellos doña Rita y sus niños, y los demás, en gran mayoría, quedaron muertos y heridos en el campo. Don Pedro y un puñado de soldados lograron huir por la misma barranca, no sin antes ser perseguidos por las tropas, del entonces realista, Anastasio Bustamante.

    A la mañana del día 20, Liñan sube y toma el Fuerte en compañía de los regimientos de Zaragoza y Navarra, todavía recibe algunos disparos de algunos desesperados insurgentes. Hace prisioneros a todos los varones, y a doña Rita con sus hijos y a doña Carmen Gonzáles con los suyos, deja en libertad a las demás mujeres y niños, y ordena fusilar a todos los heridos y enfermos del hospital. Por la noche los prisioneros son atados a los árboles que hay en el fuerte. Don Santiago González logra escapar desatándose y descolgándose entre las peñas, el seguiría en lucha por el Bajío y al sur de nuestro país a las ordenes de Guerrero.
     Con los prisioneros sanos y con 150 operarios mandados por Rebuelta, Liñan demolió todas las fortificaciones dejando totalmente en ruinas el Nido de Aguilas entre los días 20, 21 y 22, para después pasar por las armas a los mismos prisioneros, incluso al que descubrió donde estaban enterrados los 8,000 pesos.

     Don Pedro Moreno se oculta solo en alguna barranca, el dolor que le oprime el alma se une a uno físico e insoportable en el estómago y a una fuerte fiebre...

2 comentarios:

  1. Gracias por subir las fotos compa. Muy buen sitio ojalá y si le caigas al Venadito. Que afortunado eres al poder visitar campos de batalla de aquellas épocas.

    Saludos cordiales (Y).

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  2. Muchas gracias, por sus comentarios. En los próximos días estaré subiendo más fotos del Nido de Aguilas, subir hasta el mero Fuerte del Sombrero, fue bastante difícil pero valió la pena.
    Y si, ya estamos planeando la visita a la antigua Tlachiquera, a las trojes del Venadito, hoy Nuevo Valle de Moreno, y creame que estos comentarios como el suyo, dan una motivación muy especial. Gracias

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