jueves, 29 de julio de 2010

La Muerte del Cura Hidalgo

     Han pasado 199 años de la muerte del primer caudillo. Aquél 30 de Julio de 1811, en el corral del Hospital y que ahora es palacio de gobierno allá en Chihuahua, a las siete de la mañana fue puesto frente a un pelotón de 12 hombres formados tres de fondo y cuatro de frente el prisionero del Baján. Antes había repartido, como última gracia, unos dulces y el perdón a cada uno de los soldados que le darían muerte.

 Interior de Palacio de Gobierno de Chihuahua

     Quisieron fusilarlo de espaldas y con los ojos vendados, como era tradición hacerlo con los traidores. Pero el cura se negó y despues de este pequeño altercado logró convencerlos de que lo hicieran acaso con venda, pero de frente.
     Lo sentaron en un banquito atado a sus patas con dos portafusiles y al banquito lo ataron a un palo. El cura colocó su mano derecha puesta en el corazón como señal de a donde deberían apuntar mientras en la otra detenía un crucifijo.
     Sonó la primera descarga a tan solo cuatro pasos del prisionero, ninguno dió en el corazón: tres en el vientre y una en el brazo. El dolor lo hace torcerse...la venda se mueve y se queda mirando a sus ejecutores. El teniente Armendáriz ordena de inmediato la segunda descarga, todos fallan ninguno atina al corazón, todos dan en el vientre. Al cura solo le ruedan por la cara unas gruesas lágrimas. Los soldados tiemblan. se ordena la tercera descarga y solo acaban por deshacer el vientre y la espalda del caudillo. El cura Hidalgo sigue con vida, por lo que para terminar con ésta cruel agonía, el teniente Armendáriz ordena a unos soldados poner la boca de sus armas directamente en el corazón y así acabar de una vez con la vida del Padre de la Patria. Hidalgo muere...


     El cuerpo bañado en sangre y amarrado a una silla, es puesto a la vista de la gente sobre una tarima que colocaron en la plaza enfrente del hospital, a manera de escarmiento para todo aquel simpatizante del movimiento insurgente.
     Por la noche, el cuerpo fue introducido de nuevo al hospital y ahí, el general Nemesio Salcedo ordenó a un soldado tarahumara (de por el rumbo de Chubiscar o Nombre de Dios), de nombre Juan Vicente García, degollar al caudillo, aún en contra de lo que se había acordado durante su degradación de no permitir que su cabeza fuera separada del cuerpo, sin embargo era lo dispuesto por el Virrey Venegas y el temible Calleja, por lo que el indio tarahumara siguiendo ordenes, sacó un machete curvo corto y de un solo tajo cortó la cabeza del cura Hidalgo. Ante tal habilidad y pericia del indio, el general Salcedo le dió 20 pesos. (alguien afirma que fueron 25)

Palacio de Gobierno de Chihuahua 

     Su cuerpo fue enterrado en la capilla de San Antonio y su cabeza una vez cubierta en sal, trasladada a Guanajuato, donde fue expuesta por casi diez años en una de las cuatro esquinas de la alhóndiga de granaditas. Hoy, despues de un ir y venir, los restos completos del cura descansan en la columna del Ángel de la Independencia.
 
 Imagen de Hidalgo dentro de lo que fue su calabozo


Agradezco a mi esposa Fabiola su contribución con todas las imagenes de éste post






miércoles, 21 de julio de 2010

La Muerte de Francisco Villa ( corrido de Ezequiel Martínez)

     Señores, tengan presente,
y no había otro en la nación,
que en el día veinte de julio
Villa ha sido asesinado.

     Año de mil novecientos,
en el veintitres actual,
mataron a Pancho Villa
en Hidalgo del Parral.

     Villa era un pollito fino
y no había otro en la nación,
como le tuvieron miedo
lo mataron a traición.

     Siempre peleaba justicia,
no ambiciones de la silla,
y regocijaba el alma
el nombre de Pancho Villa.

     Por que aunque a todos les pese,
dió pruebas de su valor,
en los Estados del Norte
Pancho Villa era el terror.

     Villa fue leal partidario,
siempre benigno y sincero,
vengó la horrible traición
que le hicieron a Madero.

     Cuando ese infame de Huerta
a Madero traicionó,
Francisco Villa en el Norte
en armas se levantó.

      En compañía de Carranza
combatió aquella traición,
presentó heroicos combates
en la ciudad de Torreón.

     Contra las tropas huertistas
Villa mucho combatió
y después de tanta lucha
la Constitución triunfó.

      Don Venustiano Carranza
cuando triunfante se vió
mirándose en el poder
a Villa desconoció.

     Desde entonces Pancho Villa
prosiguió la rebelión,
que causó grandes tristezas
a toda nuestra nación.

     En mil novecientos veinte
que la guerra terminó,
don Adolfo de la Huerta
con Villa conferenció.

     Y les pidió garantías
este valiente caudillo,
y el gobierno le cedió
la hacienda de Canutillo.

     En los trabajos del campo
él puso su inteligencia,
ya los tres años cumplidos
le quitaron la existencia.

     El día veinte en la mañana
para su hacienda salió
de la ciudad de Parral
donde la vida perdió.

     Villa pasó en su automóvil
que el mismo iba manejando
sin saber que los traidores
ya lo estaban esperando.

     En un barrio de la entrada
llamado de Guanajuato,
pasando una casa sola
fue el horrible asesinato.

     Al pasar por esa casa
varias descargas se oyeron,
Villa, con Trillo y su escolta
todos juntos perecieron.

     Dos infames asesinos
al instante se bajaron,
sobre Villa y sus soldados
sus pistolas descargaron.

     Con rumbo de Santa Barbara
los asesinos se fueron
y las tropas del gobierno
con furor los persiguieron.

     Grande novedad causó
en Hidalgo del Parral, 
la muerte tan repentina
del valiente general.

     Vuela, vuela, palomita,
párate en aquella higuerilla,
avisale a los gringos
que murió Francisco Villa.

     Ahora sí, gringos cobardes,
recobren ya su valor
ya se acabó Pancho Villa
que era de ustedes terror.

     En el pueblo De Columbus
sus recuerdos les dejó
nomás diecisiete gringos
fueron los que allí dejó.

     Despedida no les doy,
la angustia no es muy sencilla
la falta que hace a mi patria
el señor Francisco Villa.

     Aunque les pese, repito,
sin facha ni alevosías,
pollos como Pancho Villa
no nacen todos los días...


lunes, 19 de julio de 2010

Mina ataca la Villa de León

     Es 27 de Julio de 1817, en el Fuerte del Sombrero se dá la noticia de que las tropas de guarnición del brigadier Pedro Celestino Negrete han salido de la Villa de León, dejando sólo un pequeño "piquete" de hombres para defenderla, son tropas de la Nueva Galicia al mando del comandante Francisco Falla y del coronel Andrade. Mina es tentado por la oportunidad de tomar la plaza y sale esa misma tarde del fuerte con una fuerza de 500 hombres, alguna caballería criolla, y una pieza de artillería, su plan: Caer de sorpresa en la noche sobre el enemigo.
     Desde que la villa se dió por enterada de la llegada de Xavier Mina al fuerte insurgente, y dando casi por un hecho que en cualquier momento atacaría al poblado, se fortificó de sobremanera considerable, dice Davis Robinson al respecto:
     "La Villa de León, es una ciudad grande, poblada y rica, situada en un llano cubierto de sembrados (1817). Las calles que iban a la plaza principal, estaban defendidas por un muro y un foso, que servían como de recinto a los edificios, los cuales eran iglesias y casas de una construcción tosca y antigua. Cada casa, en virtud de su maciza arquitectura, podía ser considerada como una fortaleza".

Foto antigua de León gto tomada de México en fotos.com

     La Villa de León se sabía como una plaza realista desde el comienzo de la lucha armada en 1810, se sabe que el 4 de Octubre de ese año, el enviado (de triste memoria) del cura Hidalgo: Rafael Iriarte, toma la ciudad con sus tropas y establece algunas compañías y fábricas de cañones por ordenes del libertador, sólo que a mediados de Diciembre tienen que abandonar la ciudad ante la llegada del temible Calleja y sus 5000 hombres dispuestos a todo. El 8 De Febrero de 1811 intenta tomar la plaza el insurgente Pedro García, sin poderlo lograr. En algún momento lo pensaría el mismísimo y famoso guerrillero Albino García. Para 1812 lo volvería a intentar Don Pedro García con el mismo resultado. En 1813 unos 2 mil insurgentes a caballo atacan a la villa y son rechazados también por el conde de Pérez Gálvez comandante militar; en 1815 amaga Santos Aguirre también.

Foto antigua de León gto tomada de México en fotos.com

Mina se acerca a la ciudad cuando, estando a una media milla de la plaza, son descubiertos por una patrulla de soldados que vigilan a las afueras de la villa, quienes de inmediato dan la voz de alarma. Mina hasta ese momento desconoce que el brigadier Liñan a reforzado la villa con una de sus divisiones. Y comienza el ataque.

     La guarnición, estaba compuesta de reclutas y civicos. Los cazadores de Mina, que tomaron la vanguardia, avanzaron violentamente por las azoteas, contra los planes e intenciones de Mina. Este jefe que venía a la retaguardia, habiendo llegado a una cortadura de la plaza, se encontró con su mayor general Márquez, a quien le reconvino por aquél avance brusco de los cazadores; pero éste le respondió: "Mi general no es tiempo de reconvenciones; los cazadores están dando fuego dentro de la plaza y es necesario sacarlos...". Mina le preguntó si podría entrar a caballo por una puerta estrecha de la cortadura; respondiéndole que no; entonces se desmonta, entra pie a tierra con el resto de su gente: en una calle se encuentra con el coronel realista Andrade, que fue herido en el pulmón y en una pierna, e iba a ser envuelto, juzgando que aquella gente era suya. Pasa adelante, con tan buenas disposiciones, que consiguió salir de la plaza haciendo fuego, sacando la mayor parte de sus cazadores, de los que muchos quedaron muertos, entre ellos el citado mayor Márquez.

Imagen tomada de Bicentenario.com.mx

     Habiéndose puesto con su salida a orillas de León, se mantuvo ahí todo el día 28 a la vista de la plaza, en el punto llamado Ibarrilla; recogiendo sus heridos y dispersos, sin que el enemigo saliese de sus trincheras, de ahí salió para el fuerte.

Presita de Echeveste, al fondo la zona de Ibarrilla

     El punto de ataque principal y más vigoroso fue en la cortadura que llamaban de San Antonio. Mina perdió en ésta lucha funesta más de cien hombres entre muertos (79 muertos nos dice don Agustín Rivera), heridos y prisioneros, que se vieron acorralados. De los últimos 20 fueron fusilados, lo que contrastó con la generosidad de Mina, que puso en libertad a todos los realistas que cayeron en sus manos.
     Negrete, en el parte que rinde a Liñan, confiesa: "...haber tenido de nuestra parte una pérdida muy grande, pues considero que solo de mi división, llega a cien..."

     Lo cierto es que después de ésta acción, el brigadier Liñan, se pone al frente, de todas sus Divisiones y  tropas,  para acabar de una vez por todas, con lo que se podría considerar en esos momentos, la mayor amenaza insurgente contra las fuerzas realistas: Pedro Moreno y Xavier Mina en el Fuerte del Sombrero.

     Las tropas realistas están listas, sus ojos están puestos hacia el norte de la ciudad, donde se divisa majestuoso y amenazante el insurgente Nido de Águilas...
Monumento a Pedro Moreno en Comanja de Corona, Jal.

lunes, 12 de julio de 2010

Pedro Moreno y Xavier Mina el Encuentro

    Don Xavier Mina y Don Pedro Moreno

Hace 193 años, el Martes por la madrugada del 24 de Junio de 1817, Xavier Mina se encuentra y se une a Don Pedro Moreno en el Fuerte del Sombrero, ubicado en la Sierra de Comanja, Mina tenía 27 años, Don Pedro 42. Mina tiene mucha más experiencia en lo militar, Don Pedro cuenta con la experiencia y el valor que dejan los años gracias a sus constantes viajes por tan peligrosos caminos hasta Valladolid, y sobre todo cuenta con una gran liderazgo natural.
     Desde el primer momento se entienden, Moreno de inmediato ofrece su habitación al navarro y Mina contribuye con sus conocimientos a reforzar el Fuerte.
     Digamos que fue una amistad fugaz pero eficaz, que duraría solo cuatro meses, durante los cuales se entenderían como si se conocieran de toda la vida, sin intrigas, sin envidias, sin desconfianza hasta el último de sus días. Juntos en las buenas y en las malas.
     Cada quien tomó su lugar de acuerdo a las necesidades del movimiento, "El Toro", sabiendo (como el gran líder que es), que es lo mejor para su patria, cede, humildemente y sin ningún problema, el mando de las operaciones del Fuerte. "El Mozo" sabiendo lo que éste hombre a sacrificado durante tres años y conocedor de lo que significa para la causa su entereza, valor y liderazgo lo convierte en su ejecutor y complemento.
     Andarían juntos por todo el Bajío, dándole un buen susto ( y un buen "bajón" de dinero) al Marquez del Jaral de Berrio allá por San Felipe Torresmochas, una buena paliza a las tropas realistas de Orrantia y Castañón a quienes dejaron tendidos en los campos de San Juan de Llanos. Andarían huyendo juntos despues de las derrotas, o a veces separados para encontrarse en un punto establecido.
     Al final son victimas de la misma traición, en la mañana del 27 de Octubre, los encuentran juntos en las trojes de la estancia del Venadito, en la hacienda La Tlachiquera hoy Nuevo Valle de Moreno. Don Pedro se defiende casi desnudo con su espada y cae abatido por una certera bala en la cabeza (señal que conservaba ésta, dice don Agustín Rivera) . Mina es aprehendido y fusilado quince días después (el 11 de Noviembre) en el cerro del Bellaco, ante la mirada de los sitiados del Fuerte de los Remedios. Sus huesas acabarían revueltas en la misma caja depositada en el celebrante Ángel de la Independencia.

     A Pedro casi no se le conoce ni se le recuerda aquí en su patria mexicana...a Xavier tampoco se le conoce ni se le recuerda mucho por allá en la suya...La Madre Patria.


     Agradezco a Don Benjamín Arredondo su autorización  para poder hacer uso de la imagen que acompaña este post. Pintura ubicada en el Museo de la ciudad de Irapuato.

jueves, 8 de julio de 2010

Una Gran Invitación

   ¡¡¡Damas y Caballeros!!!  ¡¡¡Niños y Niñas!!!

     Se acercan las fiestas del Bicentenario y creo que la mejor manera de festejarlo, es adentrándonos en nuestra gran y rica historia. Las parrandas, las borracheras, los bailes, el orgullo exagerado hasta el límite de sentirnos bien mexicanos llegarán sin lugar a dudas, puedo decir que ya estamos listos para ello. Pero, ¿Y al verdadero contenido de todo esto, en que lugar lo dejamos? ¿Acaso ya estamos listos para agregarnos a la historia, conociendo nuestra propia historia...?. Recuerda que un pueblo que conoce su historia, es un pueblo que vive y entiende su presente y mira hacia un mejor futuro. (Me oí como un gran político...horror).

    Por lo que queda de éste año, celebra también leyendo un buen libro que hable de la historia de tu país, de tu ciudad, de tu pueblo, de tu región. Te aseguro que te sorprenderás al darte cuenta del porqué de las cosas, de tus costumbres, de tu forma de hablar, de tus monumentos, y hasta el porqué de nuestros malos gobiernos y nuestras quejas sobre ellos, que nunca faltan en las charlas con los amigos.

     La clase de historia siempre la catalogamos de aburrida, yo te aseguro que es todo lo contrario, lo que pasa es que nunca no la han podido contar como se debiera. La historia de México es una gran Novela basada en hechos reales (o Casos de la vida real si prefieres), siempre nos han contado lo que les conviene que sepamos, la historia oficial, la historia de los vencedores, pero lo interesante es llegar a conocer lo que realmente pasó y como pasó, y eso va a ser difícil de encontrar en la televisión por ejemplo. Sin embargo poco a poco han ido apareciendo más adeptos a esto que se le ha catalogado como Micro historia, gente como tu o como yo, profesionistas, maestros, cronistas, aficionados que se interesan en buscar la "verdadera verdad" de lo que pasó, investigando en bibliotecas, en las calles, llendo al mismo lugar de los hechos,  archivos históricos, hemerotecas, museos, Internet, etc. y que la pone en nuestras manos a manera de libros, artículos en revistas o blogs en el ciber-espacio, con el único fin de dar a conocer nuestras raíces.

     ¿Quieres hacer algo por México en este Bicentenario?  ¡¡CONOCELO!!

Si no conoces y quieres saber cual fue el recorrido de Don Miguel Hidalgo en su lucha por la independencia te recomiendo este gran blog de Don Benjamín Arredondo: CABEZAS DE ÁGUILA http://cabezasdeaguila.blogspot.com/


Si eres de aquí de Guanajuato y quieres saber más sobre las haciendas y pueblos de por aquí y sus alrededores te recomiendo: EL BABLE http://vamonosalbable.blogspot.com/


y si eres del mero Salamanca Gto. te recomiendo: EL SEÑOR DEL HOSPITAL http://elsenordelhospital.blogspot.com/ "Ambos dos" también de don Benjamín, de quien te puedo decir es monumental y super interesante el trabajo que logra en sus tres blogs. Visitalo y no te arrepentirás.


    

sábado, 3 de julio de 2010

Funesto Amor

     Este es un cuento de Don Vicente Ruiz Martínez de su excelente libro de relatos: Todo en su Lugar, de Ediciones la Rana. Es un libro que nos describe de una manera muy amena los diferentes estilos y conductas de vida del México del siglo XX.
     Y para todos aquellos enamorados que han sido victimas de la salvaje ruptura de una mujer amada, este delicioso relato: Funesto Amor.


     Esa noche, Susana había dicho a Joaquín que ya no quería tener amistad con él.
   -¿Amistad?-preguntó extrañado-, si no eres mi amiga, eres mi novia.
   -Es igual. Yo ya no quiero tener novio. Así que buenas noches y hasta nunca.
     Cerró de golpetazo la ventana, dejando a Joaquín como náufrago en un mar borrascoso de angustias y tristezas; por que desde tiempo atrás el jóven sentía querer a Susana con el amor profundo que Francesco Petrarca amó a Laura, el inmenso y platónico amor con que Dante Alighieri añó a Beatris. Por eso, no concebía que Susana no quisiera seguir con él. En las noches no dormía, si estaba despierto , la traía entre ceja y ceja; si acaso dormía, la soñaba. Sólo el hambre no la había perdido.

     Los celos lo hicieron sentirse mal, que dedujo que no valía la pena vivir así. Razonando los pros y los contras-si los hubiera habido-llegó a la conclusión de que sin el amor de Susana era inútil vivir, porque vivir así, y no vivir, prefería lo último: Para que existir a ese precio, pensaba.

     Otro día, después de estar seguro de que lo que iba a hacer sería no sólo lo cotrrecto, sino lo único, ya que no había otra solución, se llegó hasta la única botica del pueblo, donde un italiano, con muchos años metido en la bata blanca, era acertadísimo en la preparación de medicamentos, gotas, pomadas, untos, pócimas y brebajes para todo padecimiento y para todos los bolsillos.
   -Señor-le dijo casi musitando, al tiempo que esparcía una mirada triste a diestra y siniestra-, quiero que me haga, por favor, una toma con lo que usted crea conveniente: arsénico, cianuro, estricnina, o lo que tenga más eficaz. Lo único que se le pediría es que me deje llegar hasta la ventana de mi amada y allí fallecer a sus pies.
     El boticario lo miró por arriba de sus lentes y, viendo la seriedad y tristeza con que hablaba el enamorado joven, preguntó:

   -¿Estás seguro de lo que me pides, muchacho?-preguntó perplejo y un tanto receloso el hombre.
     El muchacho explicó a grandes rasgos los porqué y qué de su decisión. Terminando tajante, que no le quedaba otra salida y que no podría tener vuelta de hoja el asunto.
     El boticario, que había escuchado paciente y atento aquel corazón deshilvanado, le preguntó pensativo:
   -¿Cuantas cuadras hay de aquí a donde vive tu novia?
   -Cuatro, más dos... seis y media, señor-dijo, contando con los dedos.
   -Bueno, está bien. Espera un momento- pidió el hombre, entrando en las trasbotica.
     Allá estuvo bajando frascos, unos de cristal y otros de porcelana con tapas como cúpulas, y empezó a vaciar en una probeta un poco de esto y un chorrito de aquello. Terminado el brebaje, salió el boticario aún moviendo en círculos la probeta. Traía en la otra mano un vaso grande donde escanció un cuarto de litro de aquél líquido espeso color indefinido.
   -Toma, muchacho-dijo, extendiendo hacia Joaquín la bebida-,es tan espesa como efectiva...Dime,¿Como se llama tu novia?
   -Su-sana-dijo aquél con un suspiro intermedio.
   -Pues buena sorpresa le vas a endilgar a Susana-sentenció-. Ni modo...ella se lo buscó.
   -Sí-afirmó convencido el joven, luego inquirió-:¿Cuanto le debo?
   -No es nada. Como enamorado que fui alguna vez, compadezco tu sentir; la casa invita-luego, suspirando a su vez, agregó-:Tutto sia per il amore.


     Joaquín miró un poco nervioso el contenido del vaso, miró luego al boticario que permanecía impasible, posando las velludas manos sobre el mostrador.
   -¡Salud, señor!-brindó, levantando el vaso hasta su frente.
   -Provecho, hijo-le deseó al tiempo que le recomendaba-,ah, y ya no te vayas a entretener por ahí en el camino, por que no alcanzas a llegar a la ventana de Susana.
   -Gracias-dijo Joaquín, con una mueca que parecía sonrisa.
   -De nada, muchacho. Adiós.

     Se fue el pobre enamorado, que inmediatamente empezó a sentir como si tuviera hambre retrasada, y el estómago le exigiera a rugidos. Iba sintiendo también como si una burbuja de aire comprimido le incursionara del intestino delgado al colon, pasando por el ciego, hasta casi llegar al recto, regresando luego la burbuja a repetir el sinuoso recorrido una y otra vez.
     Apretando los dientes, fruncía Joaquín el ceño, y arreciando el paso seguía con su lastimado corazón, prisionero por último en las costillas del desdén.
     Por fin llegó aún con vida a la ventana de su amada. Tocó fuerte con los nudillos, dando entre tanto una última mirada circular a la calle. Esperó un poco y volvió a tocar. Salió Susana, la miró joaquín tan linda como siempre. Ella, al mirar al persistente enamorado, quiso cerrar la ventana, pero Joaquín la detuvo con la mano todavía firme. Por dentro, el enamorado seguía sintiendo el gorgoreo y el gruñir fuerte de intestinos, pero pensó que serían los últimos arañazos que daba la muerte por dentro, antes de cargar con el cliente.
   -¡No te vayas, Susana!-Rogó sumiso el joven-. Nada más vine a despedirme. Yo quiero que tu sepas que no pude vivir sin ti. Por eso vengo a morir a tus pies, para que sepas, cuando mires mi cadáver, lo que significabas para mi.
     En ese preciso instante se aferró vigoroso a los barrotes de la reja y pujo fuerte por un retortijón que le pegó como un rayo en el estómago. Con el supremo esfuerzo, aventó, sin querer, el primer chorro de doce chisguetes que se iban sucediendo uno tras otro. La mierda le salía a presión, deslizándose aguadísima por las perneras del pantalón hasta los tobillos y zapatos.

     Al ver, escuchar y oler todo aquello la muchacha gritó histérica:

   -¡Cooochino!¡Maaarrano!¡No te vuelvas a parar aquí!
   Y, ¡zaz!, cerró con un estruendoso golpe la ventana.
     El joven suicida, avergonzado hasta las uñas, y con tal atascadero de pantalón, regresó a su casa, procurando no doblar las rodillas y abriendo ligeramente las piernas al caminar.
     Joaquín, como es de suponer, jamás volvió a pasar ni siquiera cerca de la casa de Susana.

     La Receta:


     Un vaso grande de aceite de ricino, aceite de palo para el ombligo, polvos de bismuto, Blanco de España, sal de uvas, unas gotitas que no recordaba para qué eran, luego una pizca de azarcón color ladrillo, terminando con una dotación de nívea leche de magnesia.