viernes, 29 de enero de 2010

Historia de los Huesos de Hernán Cortés

Siempre me ha llamado la atención saber el paradero de los restos mortuorios de la gente importante.
Hoy me he encontrado con esta historia que revela el peregrinaje del que fuera el conquistador de México. Y es que despues de haber probado, en vida, las mieles de la victoria, sus últimos años los vivió, sino en la miseria, tampoco con los honores que mereciera en vida en su país.
     Despues de su muerte el hombre no conoció la tranquilidad, ya que por cuatrocientos años sus huesos fueron y vinieron de un lugar a otro....será a caso una "maldición" hecha por Moctezuma, o será por aquello que dice "ojo por ojo, diente por diente", recordando que será difícil encontrar los restos del gran Cuauhtemoc muerto lejos de su tierra por el Conquistador. Y es que aunque sus restos fueron reconocidos como tales, nadie puede asegurar que, por fin, despues 62 años, el soldado descanse en paz.

LA HISTORIA DE LOS HUESOS DE HERNAN CORTES

Javier López Medellín


La muerte de Hernán Cortés, conquistador de México y marqués del Valle de Oaxaca, ocurrió la noche del viernes 2 de diciembre de 1547, cuando tenía la edad de 62 años. A partir de entonces, los huesos de Cortés no encontrarán un sitio permanente de reposo, pues serán constantemente cambiados de lugar por varias razones.




Su testamento fue redactado entre el 11 y 12 de octubre de 1547, y en él planeó sus funerales. Solicitaba ser enterrado en la iglesia de la parroquia donde muriese, sin embargo, este testamento fue modificado poco tiempo después, y se dio a las albaceas de Cortés la libertad para decidir sobre este tema.



Así, el domingo 4 de diciembre de 1547 comenzaron las ceremonias fúnebres, con curas, capellanes, frailes; cincuenta pobres vestidos con "ropas largas de paño y caperuzas"; además de todos los criados del marqués propiamente vestidos de luto. El prior del monasterio pidió que se abriera la caja fúnebre para reconocer el cuerpo del marqués, y hecho esto, el féretro se depositó "en medio de las gradas del altar mayor del monasterio, que era el mausoleo del duque de Medina Sidonia", en San Isidoro del Campo, Sevilla. En este entierro, se puso el siguiente epitafio ordenado por el segundo marqués del Valle (Martín Cortés):



Padre cuya suerte impropiamente / Aqueste bajo mundo poseía / Valor que nuestra edad enriquecía, / Descansa ahora en paz, eternamente.









San Isidoro del Campo (Foto: Felix Hinz)





Tres años después, en 1550, sus restos fueron trasladados junto al altar de Santa Catarina en la misma iglesia, por necesidad de espacio en el mausoleo del duque de Medina Sidonia.



En su Testamento, Hernán Cortés disponía que sus restos fuesen trasladados a un monasterio que él había encargado construir en Coyoacán, de ser posible antes de diez años de cumplida su muerte. Este monasterio nunca fue construido, y el dinero encargado por Cortés fue destinado a otras labores por el cabildo de la ciudad de México.



Finalmente en 1566, quince años después de la muerte de Cortés, sus restos fueron trasladados a la Nueva España en una urna cerrada, forrada en terciopelo. Como no existía el monasterio de Coyoacán, se le dio sepultura en la iglesia San Francisco de Texcoco, donde estaban enterradas su madre (Catalina Pizarro) y una de sus hijas. En este sitio reposarán los huesos 63 años.



Al morir en 1629 don Pedro Cortés, cuarto marqués del Valle, y último en la línea de descendencia masculina, se decide enterrarlo en la iglesia de los franciscanos en México. Así, el virrey y el arzobispo aprovechan la ocasión y trasladan junto con don Pedro, los restos de su gran abuelo Hernán Cortés a donde "tomó descanso el último de sus herederos varones". Los huesos de Cortés fueron mantenidos durante nueve días en la sala principal del palacio de su estado en donde se honraron. Posteriormente, se abrió un nicho en la pared detrás del Sagrario de la iglesia de franciscanos, y se depositó la urna de los huesos, resguardada por una puerta doble de hierro y madera dorada, con cristal. Sitio donde pemanecerán por 87 años, y se grabó la siguiente inscripción:



"Ferdinandi Cortés ossa servatur hic famosa".



Posteriormente, en 1716 vuelven a cambiar los restos de lugar, y los trasladan a la parte posterior del retablo mayor, en la misma iglesia. En este sitio permanecerán 78 años.



En 1794, se sacó la urna de madera dorada y cristales, con cuatro asas de plata, y que tenía en la cabecera pintadas las armas del marqués. Dentro de la urna se hallaron los huesos envueltos en una sabana, bordada de seda negra y con encaje. El cráneo estaba en un pañuelo de la misma tela con encaje blanco en la orilla. La urna fué trasladada al Hospital de Jesús, fundado por Hernán Cortés.











Los huesos de Hernán Cortés



El 8 de noviembre del mismo año, se alfombró la iglesia de Jesús, se colocaron treinta blandones de plata en el sepulcro, que constaba de un zócalo, una urna con un busto del conquistador hecho por Manuel Tolsá, y una estela con el escudo del Marqués dorado a fuego. Todo hecho de mármol. La ceremonia se anunció con campanas por toda la ciudad y fue celebrada por Fray. Servando Teresa de Mier. En este sitio reposarán por 23 años.







Copia del busto de Hernán Cortés, hecho por Manuel Tolsá. (Foto: Xavier López Medellín)



En 1823 era casi inminente la profanación de este monumento por el movimiento de independencia y sus partidarios, que querían quemar los restos del conquistador en la plaza de San Lázaro, por lo que fue preciso esconder los restos de Cortés. Para ello, el Ministro don Lucas Alamán, junto con el capellán mayor del Hospital, doctor Joaquín Canales, la noche del 15 de septiembre de 1823 extrajeron los huesos de su mausoleo, y los colocaron bajo la tarima del hospital de Jesús. El mausoleo fue desmantelado y el busto y armas de bronce dorado se remitieron a Palermo, con el señor duque de Terranova. Con este traslado se hizo creer que los huesos ya no estaban en México. Bajo esta tarima se resguardaron los huesos de Cortés 13 años.







El Hospital de Jesús



De debajo de la tarima del altar mayor, se cambian en 1836 a un nicho en el muro del lado del Evangelio, en donde estaba el monumento, y se cierra el nicho sin ninguna otra referencia. En este nicho estuvieron reposando en secreto 110 años.



Alamán entrega a la Embajada de España una copia del llamado "Documento del año 1836" que revelaba el lugar del secreto entierro del marqués, esta copia se mantuvo en secreto. En 1946 se tuvo acceso a este documento por parte de algunos investigadores de El Colegio de México, quienes convencidos de su autenticidad decidieron buscar los restos ocultos.



El domingo 24 de noviembre comenzó la excavación en el lugar del muro contiguo al altar mayor que señalaba el documento. Dos horas después, descubrieron una gran losa que ocultaba la bóveda con la urna. Finalmente con un golpe de barrena, la urna con el terciopelo bordado en oro quedó al descubierto. La noche siguiente se hizo publico el hallazgo, y se quitó la urna y el forro de terciopelo, la primera cubierta de plomo y la caja de madera. Entonces apareció una urna de cristal y se vieron los envoltorios de los huesos.



El 28 de noviembre se expide un acuerdo presidencial en el que se confía al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la custodia de los huesos, y el realizar estudios para autentificar los mismos, que en caso de confirmarse, se conservarían en el mismo Hospital de Jesús.



El estudio aportó interesantes datos de la vida del famoso conquistador. Aunque ya se conocían datos de los huesos como "cráneo pequeño y alargado, y los demás huesos de un hombre de complexión fuerte", se notaron "huellas de abscesos de los alvéolos de los incisivos medios, canino y premolares superiores izquierdos" lo que indica que Hernán Cortés padeció mucho de los dientes. Además se encontraron "los fémures derecho e izquierdo completos. Tibias derecha e izquierda completas. Peronés derecho e izquierdo. Rótula derecha completa y normal", lo que desdice una posible deformación causada por bubas en la pierna derecha.



Ya confirmada la autenticidad de los huesos, la comisión encargada de este estudio recomendó se restaure la cubierta exterior de terciopelo, las cajas de plomo, la caja de madera y la urna de cristal; y que se depositen los huesos en el mismo nicho en que fueron encontrados. Así se hizo, y el 9 de julio de 1947 se reinhumaron los restos de Hernán Cortés y se puso sobre el muro de la iglesia una placa de bronce, de 1.26 m por 0.85 con el escudo de armas de Cortés con la inscripción:



HERNÁN CORTÉS



1485-1547



En este sitio reposan sus restos hasta la fecha.







Placa colocada en la tumba de Hernán Cortés en la Iglesia de Jesús. (Foto: Felix Hinz)







Exhumando los restos de Cortés en 1946:







Fotografía de un grupo de personas en la Iglesia de Jesús, en México, viendo sacar los restos mortales de Hernán Cortés







Fotografía de una oquedad en el muro de la Iglesia de Jesús, en México, donde se guardaban los restos de Hernán Cortés







Fotografía de la caja de cristal que guardaba los restos mortales de Hernán Cortés








miércoles, 27 de enero de 2010

Historia del Tequila


El "tequila" es un aguardiente que se elabora en una pequeña región del occidente de México, mediante la destilación del mosto fermentado que se obtiene del corazón de una planta conocida como agave azul. A este corazón, semejante a una gigantesca piña, se le denomina también "mezcal", que en náhuatl puede significar "casa de la luna" (meollo, esencia), o bien "lo cocido".
De todos los mezcales que se producen en nuestro país, sin duda el más famoso es el de la región de Tequila, una antigua y dinámica población localizada a unas 15 leguas al noroeste de Guadalajara, Jalisco.
SIGNIFICADO
El Tequila es el líquido alcohólico extraído del agave tequilano (maguey o mezcal) por tatemación, cocimiento, fermentación natural y destilación.

El agave tequilano es una especie del género Agave (del latín agavus, que significa admirable) muy extendido en nuestro país. Pertenece a la familia de las Amarilidáceas, estando comprendido en la tribu de las Alstremeriáceas. Según el Barón de Humboldt, debería clasificarse en la familia de las Bromeliáceas.

Agave tequilanoExisten muchas variedades del agave tequilano, entre las que enumeramos: azul, chato, chino, pata de mula, mano larga, bermejo, zingüin y moraleño. La planta vegeta en varios Estados de México, en estado silvestre y se siembra o planta y en el Estado de Jalisco, particularmente en los municipios de Tequila, Amatitán, Arenal, Arandas, Atotonilco, etc.; cuna de esta industria. La variedad que preferentemente cultivan todos los agricultores tequileros, es la "azul". El clima donde se cultiva es el semicaliente y en las regiones propias para el naranjo, café y caña de azúcar. El terreno que le es propicio es el arcilloso-areno-ferruginoso. El tiempo que dura una planta de mezcal o maguey para llegar a su madurez, es aproximadamente de diez años, difiriendo un poco, según la clase, variedad y cultivo que se le dé.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El cerro de Tequila es un volcán apagado; en sus laderas se da el agave azul, xiguen, que crece solamente en Jalisco y Nayarit.

Fue Hernán Cortés quien en 1519 encontró que los aztecas contaban con una bebida llamada "Aguamiel", la cual era un jugo derivado de la fermentación del agave. El "Aguamiel" era una bebida ceremonial que formaba parte de los rituales sagrados y era bebida por los sacerdotes, héroes y víctimas durante estas ceremonias.

La leyenda dice que la bebida fue descubierta por un noble tolteca llamado Papatzin, quien envió con su hija Xóchitl una muestra al rey tolteca Papalzatzín para obtener sus favores, se dice que el "Aguamiel" fue tan exitoso que el rey agradeció la bebida e hizo su reina a la hija del noble Papatzin.

Desde los tiempos prehispánicos y aun después de la conquista, el agave azul prestaba enormes servicios a los pobladores, pues las distintas partes de la planta eran aprovechadas para construir techumbres y fabricar agujas, clavos, cuerdas y papel; sus pencas secas se usaban como combustible y de las cenizas se elaboraba jabón o detergente y su savia se utilizaba para curar heridas. Pero la elaboración del aguardiente estaría reservado a los criollos o mestizos.
En 1758 el corregidor de la Nueva Galicia dio la primera concesión para fabricar el licor a José Antonio Cuervo. La fábrica de tequila y vino mezcal donde se produjo, en 1888, la primera remesa para la exportación fue "La Perseverancia", hacienda donde han vivido tres generaciones de Sauzas: Don Cenobio, Eladio y Francisco Javier.
Hacia finales del siglo XIX y principios del XX, la industria del tequila se vio afectada a causa del ferrocarril norteamericano, que transportaba fácilmente de costa a costa los aguardientes
Zona tequileraeuropeos que satisfacían la preferencia por lo francés de la clase alta mexicana. Mas esto no fue obstáculo para que el consumo de tequila aumentara pues entre el "populacho" podían encontrarse numerosos bebedores del aguardiente en cuestión.

Fue la Revolución Mexicana la que, a fin de cuentas, prohijó una nueva actitud que redundó en favor del tequila. Derrumbada en 1911 la longeva dictadura del general Porfirio Díaz, el afrancesamiento pronto llegó a ser cosa del pasado, así el país entero se inclinó por aquellas expresiones y costumbres propias a fin de abonar el fortalecimiento de la nacionalidad mexicana.
FABRICACIÓN
La diferencia entre esta bebida y otros mezcales radica en que se fabrica industrialmente, con normas de calidad estrictas y tiene una denominación de origen -que tras varios años de pleitos, el estado de Jalisco logró en exclusiva, cuando los japoneses comenzaron a fabricar tequila en su país. El tequila sólo es de Jalisco y es el más famoso embajador de México en el extranjero.
Para fabricar el tequila se muelen las piñas en la molienda; antes se hacía sobre piedra. El jugo se fermenta con levadura, tras el hervor en los alambiques. El líquido fermentado se deja reposar en pipones de madera. La segunda destilación se hace en alambiques rectificadores de cobre. El tequila, estrictamente procesado, tiene siempre 55 grados de alcohol.
El tequila blanco es el destilado simple; el reposado permanece dos o tres meses en las barricas y el añejo se guarda más de un año en barriles de madera, de los cuales toma su color ámbar.
EL TEQUILA DE HOY
MargaritaEl esfuerzo de muchos ha colocado al tequila en la boca de muchos consumidores tanto nacionales como extranjeros. Hoy día los campos agaveros, con su fisonomía tan característica, comprenden una gran franja central del paisaje jalisciense. A su vez de manera directa o indirecta, la industria compromete a unas 200 mil personas, orgullosas todas de participar en la fabricación de un producto imbricado profundamente con la vida de la región occidental de México, y satisfechas de ofrecer al mundo una bebida puramente mexicana.
Reconocido hoy en el mundo entero, el tequila debe a la pureza de su origen la aceptación que ha tenido aun entre los paladares más exigentes.  Hay quien incluso le confiere cualidades curativas, y no es difícil encontrar a alguien que lo toma como tonificante todos los días antes de sentarse a la mesa.
Es necesario conocer algunos datos para decidirse por un tequila: puede tratarse de uno de la región de Tequila, o uno de los Altos de Jalisco; puede ser producido 100% de agave o con azúcares de origen distinto; blanco o reposado; artesanal o de fábrica; de producción limitada o industrial; de renombre o desconocido, suave o rasposo, etcétera.
VampiritoPuede usted probar muchas marcas, incluso aquellas que han surgido con nuevos sellos a partir de que el tequila se convirtió en la bebida consentida de los gustos más refinados.
El tequila es tan mexicano como el mariachi, el charro, el brindis y las canciones rancheras. José Alfredo Jiménez es el cantante por excelencia del tequila, aunque ya antes, en voz de Lucha Reyes, hubiéramos escuchado que la intérprete de "Borrachita de tequila", fue bautizada con un trago de mezcal.



Relax Popocatepetl

No hay mejor manera de relajarnos, que reírnos un rato...aquí les dejo este video para olvidarnos un rato del Mundo

martes, 26 de enero de 2010

El Caballo que sacaba borrachos de las Cantinas


 Siendo el Capellán de la Iglesia de "El Calvario", en León Guanajuato, cuando todavía ésta se encontraba solitaria en el cerrito boscoso y los caminos llenos de flores silvestres, pues las casas mas cercanas eran las del rumbo de San José de Gracia, en la época en que las construcciones eran de adobe crudo, pisos de terrado y las paredes encaladas. León entero le conoció como el Padre "Don Prudencio". Un caballero alto, delgado y vigoroso, su cabello totalmente blanco contrastaba con su piel morena. Siempre dispuesto a hacer el bien, ya fuera con sus atinados consejos o con ayuda material pues su único propósito era aliviar necesidades. Don Prudencio acudía al llamado de la gente acongojada, y lo que muchas veces sorprendió fue que de manera anticipada decía lo que iba a pasar como adivinando el futuro, como el caso de Longines que murió calcinado por un rayo. Unos días antes le había dicho a su mujer: no andes cerca de tu marido, pues va a morir trágicamente en castigo por su vida descarriada que lleva.




Pues bien, el Padre "Don Prudencio", por las noches cuando terminaba las labores del ministerio y despachaba su frugal merienda, montaba su caballo al que llamaba "coyote" igual que a los descarriados que a deshoras encontraba por las calles o en las cantinas. Dice la historia que después de mandar ya regañados a lños trasnochadores a dormir, éstos pensaban engañarlo y doblar la primera esquina para regresar a la cantina, topaban con Don Prudencio que ya les esperaba sonriente y con el consabido estribillo: Creíste engañarme coyote; y posteriormente procedía a llevarlos por delante con la persuasiva colaboración de su caballo que, como sabiendo su obligación, los empujaba no muy amigablemente con el hocico y les mordisqueaba la espalda. Ya instalados en sus casas los borrachines, Don Prudencio volvía a trote para desalojar las cantinas donde se originaban pleitos y se dilapidaban los pocos reales del salario exiguo que debían llevar a sus familias.



El 4 de abril de 1885 muere Don Prudencio, y todavía mucho tiempo después su caballo se escapaba por las noches de los corrales para recorrer las calles del barrio por las que trotara con su amo, parándose frente a las cantinas como lo había hecho por años, haciendo sonar sus cascos y relinchando con brío, lo que era suficiente para que los bebedores, como respetuoso homenaje a quién, tanto bien les hizo, abandonaran las tabernas y fueran a sus casas tranquilos con su conciencia. Los borrachines al ser llevados a sus casas veían el ánima de Don Prudencio sobre el caballo.

¡¡¡SALUDOS A TODOS LOS QUE LES GUSTA TRASNOCHAR...!!!

lunes, 25 de enero de 2010

Los Pozos del Fraile



Que lejos estaba de imaginar el Fraile Juan de Cuenca y Virúes, cuando dio cristiana sepultura a la primera persona fallecida en la Villa de León después de su fundación, que Él sería pronto, también de los primeros sepultados en el panteón. Una mujer llamada Juana de León, inauguró con sus restos mortuorios el llamado camposanto de la Villa.




Si es bien cierto que los Chichimecas eran bárbaros y sanguinarios, también lo es que, en gran parte se debía a que así reaccionaban al mal trato que les daban los conquistadores pues, el interés era someterlos para luego explotarlos laboralmente en las tareas del campo y la minería. Cuando apresaban a algún indígena al principio lo depositaban por seis años para de alguna manera esclavizarlo, y aunque en esa época regía la Ley de Indias que prohibía la esclavitud, ellos legal o ilegalmente no solo los explotaban por seis años sino hasta por catorce antes de devolverles su libertad.




Uno de los sucesos que seguramente dieron satisfacción al fraile, fue cuando otorgó su libertad a María Negra junto con sus hijos esclavos, que estaban a su servicio, pues en esa época había en León gran cantidad de esclavos que habían sido traídos por los colonizadores españoles.



El fraile Cuenca, un tipo de ojos claros, tan claros como el agua cristalina, era un verdadero apóstol de la caridad. Empeñado estaba desde que llego a nuestras tierras en pacificar y educar a los bárbaros Chichimecas.




Pues bien... una tarde salió en busca de algunos de los que ya se había ganado su confianza a quienes les había dado alimentos y algunas ropas para cubrir su desnudez.



Cruzando los arroyos "Mariches" y "Machigües" al poniente de la Villa, se encontraba el cerrito de la soledad, (hoy inmediaciones del Santuario de Guadalupe y la colonia Obrera).



En una loma cercana hacia el norte del cerrito, subiendo por lo que hoy es la calle Apolo, (donde se encuentra la estación de bomberos) había unas cuevas y chozas donde dormían temporalmente los indios nómadas, quienes al ver caminar solitario al Fraile, se agazaparon entre las piedras y silenciosos le lanzaron una lluvia de flechas, dando en el blanco casi la mayoría. El cuerpo del Fraile Juan de Cuenca Virúes, rodó inerte por el terreno pedregoso, su vida tristemente terminó así.



Con el último estertor de vida, los asesinos huyeron hasta ocultarse en las chozas. Sólo un malvado quedó escondido entre las rocas, quien temerario avanzó con una piedra de obsidiana afilada como cuchillo entre sus manos. De tremendo golpe se la clavó en el pecho, luego levantó el cuerpo tomándolo de la cabellera, y asombrado por el color raro de sus iris, le descuajó los ojos, los arrojó lejos, tan lejos como pudo, como para que no vieran el destino de su cuerpo.



Después en sus mismos hombros cargó el exánime cuerpo; lo llevó a las orillas de la Villa y con desprecio, con un puntapié, lo dejó como trapo viejo abandonado en el suelo.



Para evitar represalias y sobre todo pánico en los habitantes de la Villa, se dijo que el Fraile había repentinamente muerto.



Ya sea por cruel o por curioso, buscó el malvado a su regreso, los claros ojos del Fraile muerto. Solo halló dos hilos de agua cristalina en el sitio en que cayeron. Escarbó extrañado con las manos y con las uñas hasta desangrarse los dedos, descubriendo en su lugar tan solo dos veneros.



Cuando la gente de la Villa se enteró de los sucesos verdaderos empezó a visitar los "veneros del Fraile", (como dieron en llamarles) y al correr del tiempo y con el aumento del caudal de agua clara construyeron dos pozos, uno en cada venero, uno por cada ojo, y desde entonces les llamaron: "Los Pozos del Fraile".



Esta es la leyenda de los pozos del fraile, hoy sucios y semi abandonados, todavía hace cincuenta o sesenta años la gente bajaba hasta ellos para llevar agua a sus casas. Y aunque están ubicados en una vía muy transitada y cercas del Parque Hidalgo, parece que nadie se da cuenta del valor histórico que representan para la ciudad de Leon, gto.

sábado, 23 de enero de 2010

Nostalgia - Alvaro Infante




Este es mi primer álbum, fue una recopilación de canciones de diferentes años, y por supuesto de diferentes situaciones. Espero que les guste, si es que lo bajan, y espero pronto poder presentarles uno nuevo.
por favor comenten.
Estas son las canciones que contiene el álbum:
1.Besé tu Corazón

2.Escondríjo

3.Lo que son las Cosas

4.Nos queda tanto por Amar

5.Nostalgia

6.Será...

7.Abrazame Siempre

8.Solo diré lo mucho que te Amo

9.Te Amo

10.Botón de Rosa



la Camila y la Fabiola en un rincón

viernes, 22 de enero de 2010

Como Pancho Villa...


Y ese gordo soy yo...algún día le preguntaron a Paco Ignacio Taibo II si Pancho Villa creía en el matrimonio, y el contestó: "si ... más bien en lo que nunca creyó fue en el divorcio...."
!!Ah que caray solo se casó 79 veces...!!!

jueves, 21 de enero de 2010

Bartolo Prieto

Esta es una historia muy conocida en la ciudad de Lagos de Moreno Jal. La cual he copiado del blogger de Entorno de Fher.

¡Aquí esta Bartolo Prieto!..

Por: Prof. Lic. Ezequiel Hernández Lugo.

Muchos lo creen y otros lo ponen en duda la leyenda de bartolo prieto aqui en Lagos de Moreno; lo cierto es que todos han oído hablar de él. Me refiero al bandido legendario que durante el último tercio del siglo XIX merodeo en toda una vasta región comprendida entre Santa Bárbara, Santa María de en medio, El Sauz de los Ibarra, Tlacuitapa , Unión de San Antonio , Pedrito y poblaciones aledañas a Lagos de Moreno; sembrando el pánico y la muerte donde quiera que llegara; convirtiendo como principal centro de operaciones los cerros hacia el poniente de Lagos : La Campana , El Cuervo y sobre todo el Cerro de la Bola.

Después de la muerte de bartolo prieto, estos lugares son visitados por infinidad de gente; fracasando todos en la búsqueda de su tesoro. Esta riqueza ha sido buscada en sus alrededores hasta con los aparatos más sofisticados. Los mas versados en el secreto de la ubicación de la cueva de Bartolo Prieto dicen que solo puede verse la entrada de la cueva el día de San Bartolo; que según el decir de la gente “Anda el diablo suelto”. ¡Ah!, pero no a todas horas; solo cuando los primeros rayos del amanecer, luego de cruzar las torres de la parroquia de la Asunción, se incrustan en los acantilados del cerro de la bola.

El recuerdo que del bandido se tiene y de padres a hijos ha llegado hasta nosotros es variado: Para unos, era un asesino desalmado capaz de las más bajas acciones con tal de salirse con la suya; para otros, era el bandido desprendido que en más de alguna ocasión robo a los ricos para ayudar a los pobres. Hay también quienes aseguran que antes de morir se arrepintió de sus fechorías y prometió visitar el santuario de San Juan de los Lagos; manda que nunca cumplió; por lo que muchos sanjuaneros “peregrinos”, después que murió juran haberlo visto a las caravanas de peregrinos cuando cruzan el arroyo que la gente comenzó a llamar de Bartolo Prieto. Todo vestido de gamuza a la ausanza chinaca y con inseparable sombrero de copa alta. Dicen que camina al mismo paso que todos; la única diferencia, que sus pies no tocan el suelo.

El año de 1870 Bartolo Prieto y sus secuaces cayeron en el Salto de Zurita y luego de matar al caporal de la Hacienda se robaron cuatro caballos finísimos, para luego venderlos en la feria de San Juan de los Lagos. En Tlacuitapa plagió a D.Primitivo Zermeño pidiendo a sus familiares mil pesos en oro a cambio de su vida. A unos arrieros que venían del camino real de Guadalajara, luego de amarrarlos en unos árboles a la entrada del camino a la Cantera, les quito diez cargas de maíz y cuatro de frijol; mismas que otro día amanecieron distribuidas entre el caserío de Buenavista. En pocas palabras, con la presencia de bartolo prieto la muerte cabalgaba por los caminos, colinas, cañadas y valles laguenses.

Brillaba el puñal por doquier y en la comba azul del firmamento retumbaba el grito agónico, el llanto, la queja y las maldiciones. Hasta la noche más oscura se convertía en cómplice que cubriría las fechorías de estos desalmados. Así, mientras los nerviosos corceles se pierden entre las arboledas de la campiña, atrás dejan el camino o la finca entre señales de depredaciones y muerte.

Cuando era perseguido, siempre se hacia perdidizo entre los cerros al poniente de Lagos. Elevaciones que tenían varias entradas y salidas que le permitían escabullirse de sus perseguidores. En uno de estos cerros tenía una cueva en la que solo él y secuaces de confianza sabia donde estaba y la forma de llegar a ella. Bartolo Prieto no traía muchos acompañantes; por lo que todos cabian en su escondite. Cueva que luego que murió el bandido, la gente la bautizo como “ La Cueva del Todo o Nada” ; porque antes de morir le dejo escalofriante hechizo. Dicen que para que nadie diera con su fabuloso tesoro practico en ella conjuros y encantamientos; de tal manera que, quien diera con ella y quisiera tomar algo del tesoro, tenía que cargar todo o de lo contrario, no podía llevarse ni una moneda y hasta corría el peligro de quedarse encerrado y hacer compañía a otros intrépidos busca-tesoros ya convertidos en esqueletos porque nunca pudieron llevarse nada.

Dicen que la entrada de la cueva esta la madriguera de una serpiente gigantesca que no permite que nadie se arrime al lugar. Que también, a la entrada enterraba vivos a los plagiados que no eran descatados. Dentro escondía armas, dinero y alimentos que le permitían subsistir por algún tiempo sin carecer de nada mientras dejaban de perseguirlos. Nadie se atrevía a caminar por aquellos parajes ni el coyote osaba aullar por las noches, ni el tecolote anidar por aquellos cerros.

En lo mas alto del Cerro de la bola había unas rocas dispuestas de tal modo que sentada una persona era cómoda vigilancia para dos puntos: El camino real de minas que venía de León y el Camino real que venía de Guadalajara. Otro vigía puesto en el cerro más alto hacia el lado norte, vigilaba el camino de Aguascalientes. Y desde esos puntos señalaba sus presas y como rayo bajaban y asaltaban a las diligencias que por mala suerte habían sido vistas por Bartolo Prieto. Por lo regular, el cruce del camino real a Guadalajara con el arroyo que recogía la lluvia del cerro de la bola era el lugar más socorrido para sus fechorías. Después, se volvía ojo de hormiga; desaparecía.

Uno de sus últimos asaltos fue a una diligencia que venía de León, allá por el arroyo de la sauceda, matando a todos sus ocupantes. Este crimen encolerizo al jefe político Urrea quien mando traer a un grupo de rurales y un grupo de gendarmes del estado para que lo auxiliaran en la captura de Bartolo Prieto. Desde ese día comenzó la feroz persecución del bandido del cerro de la bola; hasta que dieron con el , capturan y de acuerdo a las leyes contra ladrones y plagiarios, sin juicio alguno, fue colgado en el lugar más conocido de sus latrocinios: El cruce del camino real a Guadalajara con el arroyo del cerro de la bola; arroyo que el vulgo comenzó a llamar como “ De Bartolo Prieto”. Allí fue ajusticiado, colgándolo de una de las ramas más altas de un pirul a un lado del camino.

La rigidez cadavérica pronto cubrió de horrenda expresión al ajusticiado. Una lengua horrorosa asomaba entre su dentadura como queriendo escapar de aquel cuerpo hecho para el mal. De su pestilente cuerpo, los ojos primero desorbitados, luego se apagaron y desaparecen para dejar los tenebrosos hoyancos de dos cuencas vacías embarcadas entre descuidada barba y alborotado cabello. Si durante el día causaba pánico pasar por aquel lugar y quienes lo hacían tenían que mirar hacia otro lado y hacerlo con prisa; de noche, nadie se atrevía a pasar cerca de aquel macabro espectáculo que el viento movía como escarmiento de ladrones y plagiarios. Por esas fechas comenzaron a ver a un hombre vestido de chinaco sombrero de copa alta y montando briosa cabalgadura que se perdía entre el arroyo. Las putrefactas carnes del ajusticiado se desprendían hasta ir dejando al descubierto un tétrico y horripilante esqueleto. Ni los zopilotes quisieron bajar de sus alturas a paladearse con el cuerpo suspendido.

Una mañana, dos arrieros que por su oficio tenían que pasar varias veces a la semana por aquel sitio, cansados de evadir tan macabro espectáculo, se prometieron descolgarlo por la noche. Puestos de acuerdo, luego de apurar grandes cantidades de licor para darse valor, rodeando la garita de la paloma azul para no ser vistos, como dos sombras se deslizan al lugar perdidos entre nopales y magueyes a ver el esqueleto suspendido en el aire que tantos sustos les había dado.

Medio descarnado y medio vestido e iluminado lagañosamente por raquítica luna, enseñando su dentadura con horripilante sonrisa como burlándose de todos aquellos que lo veían y hasta de la muerte misma.

El pavor les hacía temblar de pies a cabeza. Envalentonados, de un brinco se cuelgan de las botas del espantajo que al desprenderse, de entre centenarios de reluciente oro que ruedan por el camino. Desconcertados y olvidándose del facineroso, llenan sus sombreros y corren despavoridos entre las casuchillas del barrio jacales y no dejan de correr hasta llegar al mesón de la mula. Nadie los volvió a ver.

Desde aquel dia , quienes se aventuran por los potreros del cerro de la bola no falta que rareza escuchen. Algunos dicen que sienten caer piedras a su alrededor, pero nunca ven ninguna. Otros, el sordo tropel de caballos que tiran fantasmagórica diligencia cuyo estrepito y chirridos se pierde entre los riscos de los cerros. Hasta no falto quien asegure que a un cazador, una fuerza misteriosa lo empujo y lo hizo caer en un vallado y que del susto y la mojada a los pocos días murió de pulmonía.

El recuerdo del asalta-caminos y sus fechorías se fue perdiendo con el paso d los años y tan solo es desempolvado, cando trasnochados viajeros llegan a ver a los lejos el tambaleante cuerpo de un esqueleto suspendido de las ramas de un pirul en el arroyo de bartolo prieto. Y para evadir esto, hasta el pirul echaron abajo despejando la maleza de aquel lugar. No obstante, al cruzar aquel sitio, aun lo envuelve un silencio sepulcral , sobre todo e noche de luna; que es roto con el eco que produce un puñado de monedas al rodar por el suelo.


Bien dicen que no hay que dar paso sin huarache....¡¡¡SOPAS!!!

rammstein El Sonidito



Yo no sé si alguna vez los de Rammstein por alguna casualidad hayan visto esta parodia, pero la verdad es que si yo fuera uno de ellos no podría evitar soltar una carcajada.

BIENVENIDOS

Sean todos bienvenidos a este espacio, que ha sido creado con el propósito de entretener, hacer reír, reflexionar, pero sobretodo poder compartir los temas del momento de ayer y hoy.

La Guitarra del Oso está lista y afinada para amenizar un rato, de manera simple y sencilla, esta tertulia.

...Y ahora sí....como dijo el alcalde de Lagos...¡¡¡EL QUE TENGA PUERCOS QUE LOS AMARRE, Y EL QUE NO...QUE NO...!!!