Una de las primeras historias que me contaron cuando llegué a vivir a esta ciudad, allá por el año mundialista de 1986, fue como una respuesta a mi pregunta sobre ese enorme y majestuoso templo de estilo neoclásico que se miraba en uso pero sin terminar:-Es el Templo Expiatorio-me dijeron-Tienen años construyéndolo, pero mejor que no lo acaben por que el día que lo terminen se va a terminar el Mundo.
Ante tal amenaza y por si las dudas mejor dejé el tema sin preguntar más. Además por lo que se veía faltaba mucho para que lo pudieran terminar, por fuera faltaban miles de detalles, por dentro ni siquiera tenía piso más que el puro cemento, andamios por aquí, andamios por allá, unos cuantos albañiles para toda la gigantesca mole, en fin, la obra avanzaba a "cuentagotas", por lo que deduje que era más fácil que primero se terminara el Mundo a que lo terminaran.
Aún así, el templo ya lucía espectacular, sus dimensiones y su estilo no tan clásico por estos rumbos me hacían imaginar como es que se vería un día ya terminado, y es que para ser sincero, nunca creí verlo terminado. Encerrado entre el caserío de la zona, (como parece ser costumbre aquí en León con los grandes templos)era difícil admirar todo su esplendor, me era más fácil admirarlo desde la Loma de la Soledad (subiendo la calle Campeche), desde donde junto con Catedral dominan el panorama céntrico de la ciudad.
Años más tarde, ya estudiando la preparatoria, se nos ocurrió a mis amigos y a mi, ir en compañía de unas amigas a conocer sus famosas catacumbas, solo que el encargado del lugar, al ver nuestro juvenil perfil decidió negarnos el acceso por que según su calculo podríamos hacer ciertas cosas inmorales allá adentro. Y quien sabe porqué hasta la fecha no volví a intentarlo, dicen que son hermosas pero ya las visitaré pronto y aquí les contaré.
El tiempo pasó y de pronto, como a veces suele suceder, resultó que la obra estaba casi terminada, que habían tumbado las casas de sus alrededores y ahora lucía una hermosa explanada con jardines y fuentes. Ya no existían los feos andamios ni por dentro ni por fuera. Majestuosa por dentro con su piso recién puesto, sus pinturas tipo mural, sus vitrales donde hasta el escudo de ésta ciudad puedes ver, su marmol blanco, en pocas palabras, todo en su lugar.
Y la oportunidad de observarla con detalle se me presentó en días pasados, cuando una de mis cuñadas decidió dar el sí matrimonial ante el altar de tan modesto lugar. Yo lo dí en la Catedral también de ésta ciudad y fue una expieriencia casi mística, por lo que imagino que para mi cuñada debió haber sido algo fuera de este mundo, sobre todo al escuchar el Ave María interpretado por un buen cuarteto de cuerdas y la voz de un excelente tenor.
Buscando la historia de este majestuoso templo, me encontre con esta entrevista al mismísimo arquitecto responsable de la construcción, es del año 2007 y la cual reproduzco con la intención solo de dar detalle a un hecho que para mi ya es histórico. De donde lo tome aparece como autor el sr. José T. Méndez Valadés y dice así: (no olvides dar click sobre las imagenes para aprovechar el zoom)
El Santuario Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús (conocido simplemente como "El Expiatorio"), enorgullece a los leoneses y se espera que esté terminado a más tardar en el 2010.
Corría el año de 1920 cuando, a iniciativa del padre Bernardo Chávez, se colocó la primera piedra de esta majestuosa obra construida en un estilo neogótico y que fue bendecida por el entonces Obispo de la diócesis D. Emeterio Valverde y Téllez.
En una entrevista que el Arq. José María Méndez Córdoba, responsable de la construcción desde 1987, concedió al periodista del diario local a.m. José T. Méndez Valadez, le comentó que uno de los grandes atractivos del templo son sus vitrales, una parte de los cuales fueron hechos en Encarnación de Díaz, Jalisco, y otra en León, en el taller del Arq. Rodolfo Gutiérrez.
"En los vitrales laterales está representada la Anunciación, el nacimiento de Cristo, el Calvario, la venida del Espíritu Santo y la Ascensión del Señor", comentó el Arq. Méndez. En los vitrales del centro, atrás del altar, está la imagen de Cristo, Rey del Universo. Otros dos están colocados en los cruceros de las naves: "En uno se representa esquemáticamente la ciudad de León, con los edificios más conocidos, y en el lado poniente está la Basílica de San Pedro". En la parte de la fachada del templo está "la alegoría de la divinidad, rodeada por querubines". El piso es de granito natural, "se trata de un granito llamado 'rojo bonito' y un 'verde verdaduba' que se trae en bloques desde Brasil", señaló el arquitecto.
Méndez Córdoba destacó que de gran importancia en la construcción del Expiatorio son las catacumbas, donde se depositan cenizas y restos de personas. "Son siete catacumbas... le dan cierto tono característico al turismo religioso de León. Se construyeron para aprovechar los huecos que dejaba la cimentación", añadió. Los cimientos tienen una profundidad de doce metros para soportar las miles de toneladas que pesa la construcción. Las criptas que hoy caracterizan al templo fueron ideadas para apoyar, con su venta, la edificación. Fueron iniciadas en 1924, pero los trabajos fueron interrumpidos por la inundación de 1926. Luego vino la persecución de Plutarco Elías Calles, por lo que empezaron a prestar servicio hasta enero de 1930, y ahora son visitadas por turistas y fieles del país y del extranjero.
Las puertas de la fachada del templo son de hierro, se fundieron en la ciudad de Monterrey y se forraron con hojas de bronce con esculturas de motivos religiosos. El arquitecto explicó que la primera puerta, la del lado izquierdo, tiene un bajorrelieve de la creación del ser humano y la expulsión de Adán y Eva del paraíso terrenal. La puerta principal, la del centro, en la hoja izquierda "nos habla de la Anunciación y de la predicación de Jesús al pueblo de Israel; en la hoja derecha se representa la crucifixión, la resurrección y la última cena de Cristo", dijo Méndez Córdoba. En la puerta de la derecha se encuentra la venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles, y la perspectiva de la Basílica de San Pedro. El Altar está hecho con dos tipos de mármol: el mármol blanco 'Alejandra' y el verde pical, traídos de Guatemala. "Se hizo con una reminiscencia gótica, de acuerdo al estilo del templo", explicó el arquitecto.
La construcción se ha realizado gracias a los donativos de los fieles y nunca se dejó de construir. El año en que bajó más el ritmo de la construcción fue en 2003. "Tuvieron que pasar cerca de 90 años para que esté terminado y estamos a punto de lograrlo... tres años más", dijo con orgullo el arquitecto.
La campana principal del templo fue colocada en su destino final. con más de dos toneladas y media de peso, la campana estaba instalada provisionalmente en una torre que se construyó sobre la notaría del templo. Sin embargo, la campana será simbólica, pues sólo repicará en eventos muy especiales, ya que desde mediados del 2006 se dejó de utilizar para llamar a los fieles; ahora se utiliza un sistema de sonido electrónico con los repiques de la campana grabados y reproducidosMagdaleno Olvera Salazar, explicó que la campana fue construida en 1950 por el artesano leonés Tiburcio Medina; en ella se puede leer "Todo por vos, Sagrado Corazón de Jesús", y "Gloria, Amor y Expiación". Fue hecha en una aleación de metales, entre los que se encuentran bronce, estaño y plata.
Muchos fieles pensaron, durante años, que la campana sería subida a la parte alta de alguna de las torres, sin embargo esto se desechó por completo. El padre Olvera explicó que no se hizo por razones prácticas: "es más fácil realizar las maniobras para tocarla en un campanario que no fuera tan alto, que hacerlo desde una gran altura". El campanario, al que llaman también "campanil", tiene una altura de 13 metros. El arquitecto dijo que no se subió a la parte alta por razón de estética, para que estuviera a la vista del público.
Este artículo-entrevista fue publicado en a.m., Sección A, página 7, del 30/12/2007, y lo hemos reproducido sin autorización de la empresa periodística ni del autor, por lo que, si existe algún impedimento, con hacérnoslo saber lo retiraremos de inmediato.
Y la verdad es que de aquello de que se iba a acabar el mundo cuando lo concluyeran ya no les creí, pues a estas alturas, en esto del mundo del fin del mundo, creo que a cada pueblo, cada país, en cada continente, ya le ha tocado su partecita de fin del mundo, Haití, Chile, etc...y aquí seguimos los que quedamos para seguir viendo pasar más fines del mundo hasta que nos alcance el "nuestro propio".
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excelente publicacion!! soy de leon y sin embargo no sania muchas de las cosas aqui mencionadas!! muuy buen reportaje! :)
ResponderEliminarHola, mi Nombre es Antonio Ituarte Mariscal quiero hacer una aportación para que su página esté más completa y que sería muy importante agregarla a su página web ya que saca fotografías de las puertas del Templo Expiatorio. La relevancia no es la forja del esqueleto o armazón de hierro, forjadas en Monterrey repito esto no es más que el bastidor; el valor y la importancia es la parte artística y es que estas puertas son de bronce con esculturas en sobre relieve realizadas por el escultor mexicano: Arq. José Carlos Ituarte González quien también construyó durante 20 años (1956-1976) el Templo Expiatorio Diocesano del Sagrado Corazón de Jesús y también construyó el Monumento a Cristo Rey en Silao, Guanajuato desde su inicio en 1944 hasta su terminación junto con el Arq. Nicolás Mariscal y Piña, autor del proyecto. Cada puerta pesa una tonelada y se llevó un año desde su proyecto hasta su fundición en la Ciudad de México; repito el 95% de las puertas son de bronce y un 5% es solo el bastidor que sí se fundió en hierro en Monterrey o sea las PUERTAS NO SON DE HIERRO SON DE BRONCE.
ResponderEliminarEsto lo menciono porque soy hijo del Arq. José Carlos Ituarte González y conozco y me conoce el Arq. José María Méndez Córdoba que conoció a mi papá.
Quiero hacer otra aportación para su página y que muchos ignoran y que ha sido el pilar de que este Templo esté de pie y es nombrar a los Arquitectos que han dado su vida en el levantamiento de dicho Monumento y son:
1° Arquitecto y autor del Proyecto: Luis G. Olvera (1920-1941)
2°Arq. Carlos Lazo Barreiro (1941-1955)
3.-Arq. José Carlos Ituarte González (1956-1976)
4° Ing. Gonzalo Acevedo Correa (1976-1991)