El Parque Hidalgo en León Guanajuato

     Ayer durante la tarde, nos perdimos un rato por lo que pudiera considerarse un pequeño oasis en medio de la gran mancha urbana de León. El Parque Hidalgo.

     Quizás para los que diario pasamos junto a él  en auto o autobus, por cualquiera de las transitadas calles que lo rodean, se nos haga tan familiar que ya no le prestamos más atención, y a veces ni imaginamos la historia que tiene el lugar y lo importante que fue para los primeros pobladores del lugar.
     Leyendo poquito de aquí y poquito de allá, te diré que al momento de la fundación de la ciudad existía gran cantidad de agua en toda ella, gracias en parte, a los muchos arroyos que habían en el lugar y que algunos todavía existen. Los terrenos o ejidos de lo que hoy es el Parque Hidalgo estaban fuera de los límites urbanos de la ciudad junto con lo que era la famosa Loma de la Soledad. Pues bien, el Parque era toda una arboleda hecha gracias a la cantidad de agua que había en el lugar, ojos de agua, arroyos, veneros, etc...

Parte de lo que hoy es el Parque Hidalgo y al fondo el templo del Calvario                       

El Parque Hidalgo en la actualidad, aproximadamente unos 130 años después

El Parque se encuentra dividido en dos partes, ya que por en medio cruza nada menos que el Boulevard Adolfo López Mateos, unido por un gran puente peatonal rematado, en ambos lados, por excelentes fuentes que le dan mucha vista.

Aquí una vista hacia los dos lados desde el puente

     Realmente hace falta darse un tiempo para disfrutar este lugar, es cosa de internarse por alguno de sus "pasillos" para olvidarse del estrés y la contaminación.

     Hoy en día existe todo un jardín botánico en cuanto a la flora, y es posible observar gran variedad de aves desde silvestres como colibrís, gorriones, palomas tristes etc..hasta las que se escapan de las jaulas por accidente a las amas de casa: canarios, pericos australianos, etc...

     Y aunque no lo creas, desde hace varios años, se viene haciendo cada vez más grande, una parvada de cotorras verdes que le han dado nombre a las famosas tortas de salsa muy picante y chicharron,  que la gente a llamado Guacamayas y que se venden a las orillas de este Parque y que se han extendido por toda la ciudad.

     Todavía existen vestigios de toda aquella agua que existío en el lugar, pues a unas cuantas cuadras a su alrededor existen pozos que surten del vital líquido a las colonias cercanas administrados por el Sistema de Agua Potable, existen también pozos de uso particular que en algunos casos venden el agua en pipas, y muy cerca de aquí se pueden apreciar los dos veneros de agua que llevan por nombre Los Pozos del Fraile, de los cuales ya les conté una leyenda.

Boulevard A. López Mateos visto desde el puente peatonal